Como bien decía Luis de Castresana si hubiera que elegir un paisaje, una imagen para definir a Bilbao, me quedaría con el puente de San Antón, a la vera del corazón fundacional de la villa. Si hubiera que elegir una que definiera a Euskadi, escogería el Árbol de Gernika y la Casa de Juntas. Y si se tratase de encarnar a Vizcaya, sin dudar la geografía ingenieril y airosa del Transbordador de Portugalete – Las Arenas, que es ya para siempre nuestro Puente Bizkaia orgulloso popular y entrañable.
El Puente Bizkaia o Puente Colgante, obra maestra de Don Alberto de Palacio, seduce a todos los visitantes por ser una adición espectacular y estéticamente agradable al estuario del río y una excepcional expresión de creatividad técnica, reflejando una relación completamente satisfactoria entre forma y función. En otras palabras, una obra sorprendente que combina perfectamente belleza, estética y funcionalidad.