Patrimonio en Buenas Manos
En Bizkaia, en la boca de la ría del Nervión tenemos uno de los puentes más singulares y famosos del mundo, el Puente Bizkaia, más conocido como Puente Colgante que cumplirá pronto sus 131 años y que es el producto del ingenio de un vizcaíno ilustre, Alberto de Palacio y de la determinación de la Bizkaia emprendedora de hace tres siglos, en la que varios particulares apoyaron la idea de Alberto y poniendo dinero y fe y contando con unos obreros llenos de profesionalidad y arrojo, hicieron posible una maravilla estética, tecnológica y funcional.
El Puente Bizkaia es un símbolo para Bizkaia, pero también es un elemento singular en la lista más exclusiva del Patrimonio de la Humanidad de UNESCO. Es singular por varios motivos. Porque fue el primero de su género, porque ha sobrevivido a tiempos, a guerras y a modas y porque es un “Puente Vivo”; un puente que a diferencia de los que citábamos arriba, necesita atención y cariño continuo, experimentando cambios, intervenciones e inspecciones desde el dia de su inauguración.
La particularidad de esta infraestructura exige muchos cuidados y atenciones, un puente que lo operan y atienden hombres y mujeres de los alrededores y que es revisado, reparado y puesto a punto cada día y cada noche por un equipo de mantenimiento que hurgan en sus hierros, en sus cables, en los carriles y las ruedas, en los sistemas automáticos y en sus doce motores, como así se ha venido haciendo en sus 130 años de vida.
La mayor parte de estos trabajos se realizan en condiciones difíciles, a veces extremas: De noche, a mucha altura, con poco espacio para moverse, con elementos pesados y difíciles de dominar, cargados de arneses y cinturones, con las herramientas y los repuestos amarrados para que no caigan al vacío, cerca de elementos en tensión eléctrica.
El mantenimiento, la conservación diaria del Puente, el que sus estructuras, equipos y sistemas estén plenamente operativos y el que la limpieza y el orden no interfieran en la seguridad y en la comodidad del servicio, implica un trabajo duro y continuo que apenas se percibe, pero este proyecto iniciado por la empresa Gestora El Transbordador de Bizkaia en diciembre de 1995, estuvo desde el inicio imbuido de una marcada y vital preocupación por asegurar tanto el servicio de transporte por el cual fue creado como por asegurar el valor patrimonio del Monumento en sí .
Por todo ello, los pasados días 19 y 20 de febrero de 2024, con motivo de las labores de mantenimiento preventivo realizamos una revisión al detalle de la parte inferior de la estructura con dos paradas del servicio para así poder aprovechar la luz natural, contando en esta ocasión con la utilización de drones.
Estos pequeños vehículos aéreos no tripulados, equipados con cámaras de alta resolución permiten explorar cada rincón y grieta de la estructura, brindando una visión detallada que antes era impensable o de mayor dificultad.
La coordinación entre la tecnología de drones y el personal especializado fue clave durante estos dos días intensivos de mantenimiento, mientras que el drone exploraba los rincones mas inaccesibles, los especialista se movían estratégicamente por el travesaño del Puente, llevando a cabo el saneamiento de algunas zonas e inspeccionado la estructura.
Esta operación no solo fue una muestra de Innovación tecnológica, sino también de responsabilidad hacia nuestro Patrimonio, para garantizar su integridad.
Tras las inspecciones realizas, se ha podido constatar que el Puente Bizkaia no tiene daños graves que impidan su normal funcionamiento. Como es habitual en otras inspecciones se ha detectado corrosión en puntos concretos sobre los que se va a actuar próximamente a través de de trabajos en altura, no siendo cierto que la pasarela debe ser sustituida. La empresa encargada de realizar dichas labores de saneado en la parte superior del tablero, será una empresa de referencia, especialistas, entre otros trabajos, en tratamientos y saneados de puntos de corrosión en zonas de difícil acceso en toda Europa.
A partir de octubre actuaremos sobre tablero inferior con la colocación de andamios por ser una parte más delicada de acceso. Se realizará una limpieza del recubrimiento anticorrosivo y una revisión exhaustiva del estado de las más de 200 ménsulas de apoyo de las vigas carrileras. Una vez realizada, se ejecutarán los trabajos mecánicos y anticorrosivos necesarios que garanticen su correcto funcionamiento.
Dentro de otras actuaciones de conservación a medio plazo, el Puente necesita una proyecto singular de recuperación de su geometría, dicho en otras palabras, cambiar los ocho cables de trescientos cincuenta metros de largo y nueve mil kilos de peso cada uno que sustentan el Puente, garantizando así la conservación indefinida del Puente, su continuidad como elemento de servicio, su valor Patrimonio y su atractivo.
Hasta la ejecución de este proyecto singular, la empresa gestora del Puente Bizkaia, seguirá trabajando con esfuerzo dedicación, compromiso y responsabilidad como ha venido haciéndolo en los últimos 28 años recibiendo numerosos premios, siendo el más importante el reconocimiento de Patrimonio Mundial de UNESCO en 2006, entre otros.